Las series de sensores fotoeléctricos estándar R2 y R3 impresionan por el tamaño tan reducido de su carcasa. Aunque la ultrapequeña serie R2 con montaje M2 representa el ahorro de espacio absoluto, la también pequeña serie R3 ofrece un montaje M3 estándar. Gracias a su carcasa miniaturizada, los sensores fotoeléctricos están predestinados para aplicaciones en las que se requiera una alta precisión en espacios reducidos. Consulte las ventajas que le ofrecen ambas series.
Normalmente, si usa un sensor fotoeléctrico ultrapequeño es porque el montaje y la aplicación se realizan en áreas con restricciones de espacio en las que cualquier tipo de flexibilidad de montaje es muy apreciada. Ambas series de sensores fotoeléctricos estándar ofrecen esta flexibilidad gracias a su práctica salida de cable de 45° y, combinadas con el soporte de montaje adecuado, simplifican la instalación en espacios muy reducidos. Además, estos soportes de montaje se pueden usar para todos los modos de detección.
En aplicaciones en las que se deben detectar objetos próximos, como una máquina de papel continuo, las vibraciones pueden provocar abrasión en la cara del sensor, con lo que muy pronto este se queda “ciego” y es necesario cambiarlo. Las series de sensores fotoeléctricos R2 y R3 están equipadas con un frontal de cristal antiestático resistente a la abrasión que evita la acumulación de restos y la abrasión y, por lo tanto, mejora el funcionamiento de la máquina al lograr una mayor disponibilidad de esta.
Las ultrapequeñas series de sensores fotoeléctricos R2 y R3 se utilizan principalmente en espacios reducidos. El sumamente pequeño punto luminoso, la ventana con frontal de cristal antiarañazos y los distintos modos de detección permiten crear nuevas soluciones de aplicaciones.
Las aplicaciones habituales son: