Entre los gigantescos tanques y sistemas de transportadores de las plantas químicas, miles de mangueras transportan los productos de proceso desde el punto A al punto B. El flujo de sustancias puede ser tan diverso como gas, petróleo, agua, vapor y una serie de componentes químicos. Para que estos productos se transporten de forma segura, hay vigentes normativas de aplicación para los ciclos de mantenimiento de las mangueras usadas en procesos químicos e industriales. Los lectores RFID manuales de Pepperl+Fuchs y ecom, complementados con el software específico de la aplicación desarrollado por Neoception, facilitan y optimizan la eficiencia de estas tareas de mantenimiento.
Las plantas químicas están sujetas a estrictos requisitos legales de supervisión para garantizar el funcionamiento seguro. Ya que estos altos estándares de seguridad también se aplican a las mangueras, la ley exige inspecciones periódicas. Para un mantenimiento adecuado, es necesario interrumpir los procesos, detener por completo la planta y desmontar las mangueras que se van a inspeccionar. Por todo ello, los operadores de planta desean evitar perder más tiempo y reducir al mínimo los costes asociados a las comprobaciones.
En entornos peligrosos e industriales, la documentación de las inspecciones de las mangueras puede realizarse fácilmente con un lector RFID manual y un software específico de la aplicación. Para ello, se colocan etiquetas RFID en cada manguera. Cada etiqueta contiene los siguientes datos:
El lector RFID manual lee la información de las mangueras, que se documenta mediante el software de "administración de mangueras" de la nueva empresa tecnológica Neoception de Pepperl+Fuchs. El auditor avanza por cada paso de la prueba fácilmente, de modo que no se pasa por alto ninguno. Los resultados se registran y documentan en un archivo de informe, que tras subirse de forma inalámbrica al sistema ERP, quedará disponible para su consulta. Para mayor comodidad, la interfaz de usuario está diseñada para poder usarse con las manos protegidas por guantes.
Los lectores RFID manuales también incluyen una función de localización que puede servir para medir la distancia de una etiqueta detectada en un gráfico de barras. Además de detectar y localizar etiquetas RFID, también puede leer diversos códigos 1-D o 2-D. El lector 2-D integrado permite a los usuarios asignar información adicional a componentes concretos mediante códigos de barras o QR. Con la lectura de las etiquetas, estos datos pueden vincularse a otros resultados de pruebas. De esta forma, los "trabajadores móviles" pueden recuperar toda la información a pie de los equipos y guardarla en un archivo de registro o en un sitio online.