Un flujo de materiales uniforme es fundamental para una producción eficiente. Los vehículos de transporte autónomo pequeños (vehículos de guiado automático o AGV) se utilizan cada vez más para distribuir las piezas necesarias en las diferentes ubicaciones dentro de una planta. Los componentes que transportan suelen estar en carros metálicos. Cuando hay que mover un carro, un AGV lo carga, lo transporta y lo descarga. La conducción, carga y descarga se realizan automáticamente. Los errores durante la recogida pueden suponer un riesgo para la seguridad y ralentizar el flujo de materiales.
Los carros de material solo se pueden levantar cuando están colocados correctamente. Deben estar colocados de forma segura en los AGV durante el transporte. Los carros que se inclinan o deslizan pueden suponer un peligro por sí mismos o debido a la caída de material. Dado que están equipados con sus propios rodillos de transporte, los carros también pueden rodar y colisionar con personas, otros AGV y piezas sensibles de la planta. Además del riesgo de lesiones, esto también puede provocar interrupciones de gran alcance en el proceso de producción. Estos errores deben evitarse de forma fiable.
Los sensores de seguridad inductivos garantizan que los carros de material están colocados correctamente en los AGV. Detectan la presencia de los carros y comprueban la posición del elevador. Cuando un AGV acciona la plataforma de carga bajo un carro, el sensor que está incorporado detecta únicamente el carro cuando este se encuentra en una posición segura por encima de la plataforma. Una señal de conmutación activa el proceso de elevación. El carro de material se puede llevar hasta el sensor; uno de los puntales metálicos del carro sirve como objetivo.
La plataforma de carga levanta el carro metálico lo suficiente como para que las ruedas dejen de estar en contacto con el suelo. Dos sensores M12, montados uno encima del otro, determinan la posición de la plataforma. El sensor inferior emite una señal de conmutación cuando la plataforma está en la posición de partida inferior. Esta señal solo permite la carga y descarga. El sensor superior indica si la plataforma ha alcanzado la posición de conducción elevada. El AGV cargado se puede poner en marcha únicamente si la plataforma está en la posición correcta. El objetivo está integrado en la plataforma.
Los sensores compactos se pueden integrar fácilmente en los AGV. Puesto que no disponen de zona muerta, no hay que mantener ninguna distancia mínima al objetivo. No es necesario realizar ajustes tediosos durante el montaje. Los actuadores de metal estándar son suficientes, por lo que no se necesitan objetivos codificados. Los sensores se pueden conectar de manera sencilla y directa a los controladores de seguridad existentes a través de una interfaz OSSD. En lo que respecta a la seguridad funcional, los sensores cumplen con SIL 2 y PL d de acuerdo con la directiva de máquinas y cuentan con la certificación correspondiente. También son conformes con SIL 3/PLe en diseño redundante. Los elevados valores de seguridad característicos permiten mayores intervalos de funcionamiento.