Los sensores inductivos siguen siendo la primera opción para la detección de objetos metálicos. Sin embargo, los sensores de proximidad inductivos convencionales tienen algo en común: si aumenta la distancia al activador, el sensor se vuelve más sensible al objeto que se desea detectar y, además, los elementos metálicos situados entorno de la instalación afectan a la distancia de conmutación. La tecnología de apantallamiento activo de Pepperl+Fuchs ayuda a solucionar este problema. La nueva tecnología se ha integrado por primera vez en la serie VariKont y permite alcanzar largas distancias de conmutación, independientemente de las condiciones de instalación. Esto simplifica el diseño del equipo y permite ahorrar tiempo y dinero.
Las condiciones y el material de instalación pueden afectar al campo electromagnético del sensor de proximidad. La instalación preactiva el sensor, lo que modifica la distancia de conmutación y, por tanto, al resultado de la medición. Para compensar estos factores externos, Pepperl+Fuchs ha desarrollado una nueva tecnología y la ha integrado por primera vez en la serie VariKont. Los sensores inductivos con tecnología de apantallamiento activo detectan de forma activa la situación de instalación y mantienen una distancia de conmutación constante, independientemente de la situación y el material de la instalación. Estos están disponibles en versiones con largas distancias de conmutación de 30 mm para montaje enrasado y 50 mm para montaje no enrasado. Ambos modelos son fáciles de instalar y permiten alcanzar largas distancias hasta el objeto que se debe detectar. El cabezal del sensor ajustable está equipado con LED de esquina, que son visibles desde cualquier perspectiva. Esto permite realizar comprobaciones del estado desde todos los ángulos, independientemente de las condiciones de instalación.
Para mantener largas distancias de conmutación, se ha integrado una bobina adicional en los sensores VariKont y VariKont L2. Al igual que en los sensores de proximidad inductivos convencionales, la bobina principal es la encargada de detectar el activador. Mientras tanto, la nueva bobina secundaria mide el entorno del sensor, incluidas las condiciones y el material de instalación. La información obtenida se utiliza para garantizar una compensación directa de los factores ambientales. Esto simplifica la planificación del sistema y optimiza el uso de tolerancias mecánicas.