Los sensores de radar industriales de Pepperl+Fuchs se pueden utilizar casi sin mantenimiento en una amplia gama de aplicaciones, y son altamente resistentes a interferencias como lluvia, niebla, viento, polvo o fluctuaciones de temperatura. Esta combinación de versatilidad y solidez es el resultado del principio de funcionamiento físico utilizado: Las ondas electromagnéticas de alta frecuencia emitidas por una antena de parche compacta integrada en el sensor se propagan constantemente en el entorno aproximadamente a la velocidad de la luz hasta que chocan con objetos sólidos, líquidos o gaseosos. Dado que la permitividad y la permeabilidad de estos objetos difieren de las de un vacío, se producen reflejos de las ondas electromagnéticas emitidas inicialmente en ellos. Según el material, la forma, el tamaño, la dirección o la velocidad del objeto, este denominado “reflejo del radar” tiene diferentes propiedades (p. ej., fuerza, posición de la fase o espectro de frecuencia), lo que permite que los componentes electrónicos de evaluación posterior puedan sacar conclusiones sobre la naturaleza del objeto detectado.
No es importante si este objeto está en movimiento o no para que el sensor de radar pueda detectarlo. Se pueden detectar objetos en movimiento y fijos con alta confiabilidad. Si realmente se quieren detectar objetos en movimiento o medir su velocidad, el principio de detección de ondas electromagnéticas aporta otras ventajas: debido a la propagación de la señal a aproximadamente la velocidad de la luz y al correspondiente potente procesamiento de la señal del sensor, no sólo logra tiempos de respuesta de ≥ 5 m/s, pero también puede medir velocidades de objetos en el rango de 0,1 a 80 m/s.
Una característica ventajosa adicional del principio de onda electromagnética es su capacidad para penetrar varios materiales absorbentes y débilmente reflectantes o no reflectantes. Mientras los objetos metálicos reflejan las ondas que los golpean de vuelta al sensor de manera particularmente intensa y no se produce absorción, el reflejo es significativamente menor en el caso de los plásticos, por ejemplo. Esto hace posible instalar los sensores de radar completamente detrás de paneles de plástico (por ejemplo, en los sistemas de transporte autoguiado) o penetrar la capa exterior de un depósito de PE con el haz del radar para detectar el nivel de llenado del interior de un material. Puede encontrar más detalles sobre las bandas de frecuencia del radar en nuestro análisis en profundidad.