Los dispositivos de radar funcionan en diferentes rangos de frecuencia y ondas, que tienen diferentes propiedades físicas y cada uno cubre áreas de aplicación específicas.
En el rango de frecuencia de varios cientos de megahertz (MHz), los sistemas de radar logran largos rangos de detección y una buena penetración de obstáculos. Los radares para vigilancia aérea y defensa aérea, por ejemplo, operan en la banda VHF (de 30 a 300 MHz). Los radares modernos de vigilancia aérea con un largo rango de detección incluso operan en el rango de frecuencia de hasta dos gigahertz (GHz). La banda C (de 4 a 8 GHz) se utiliza para el radar meteorológico y para monitorear la superficie marítima. Las ondas de radio en la banda X (de 8 a 12 GHz) ofrecen alta resolución y pueden penetrar paredes delgadas. Por lo tanto, son adecuadas para aplicaciones de precisión y aplicaciones industriales simples.
A medida que aumenta la frecuencia de transmisión, el rango de detección disminuye debido a la atenuación en la atmósfera, a la vez que se puede lograr una resolución de rango más alta. En la banda K (de 18 a 27 GHz), por ejemplo, se opera el radar de vigilancia de campo aéreo, que ya puede detectar los contornos de aeronaves y vehículos. Los radares en la banda V (60 GHz) y superiores solo logran rangos de detección de unas pocas decenas de metros, pero tienen mejor resolución. Al igual que los radares en la banda W, los radares MIMO (del inglés Multiple Input Multiple Output, salida múltiple-entrada múltiple) típicos son radares de imágenes, es decir, sistemas de radar 3D con varias antenas emisoras y receptoras. Por lo tanto, se utilizan para tareas más complejas, como el monitoreo ambiental y la detección de objetos. Los radares en la banda W (de 75 a 77 GHz) se utilizan con frecuencia en la industria automotriz, por ejemplo, como auxiliares de estacionamiento, asistentes de frenado y para evitar accidentes de forma automática. También hay un rango de frecuencia de alrededor de 80 GHz en la banda W, que se utiliza para tareas más complejas y de alta resolución en mediciones de nivel en contenedores o depósitos cerrados. Por otro lado, se prefiere la banda N (122 GHz) en la tecnología de medición: los módulos de radar en este rango de frecuencia pueden penetrar sin problemas materiales secos y no conductores, y se aplican, por ejemplo, como escáneres corporales o para escanear objetos empaquetados.