Los portapiezas se utilizan en numerosos procesos de producción. Los portapiezas mantienen las piezas en la posición correcta durante el transporte, la producción y la inspección. Normalmente se asignan a piezas de trabajo específicas. Por lo tanto, se pueden utilizar para identificarlas y para realizar un seguimiento de los pasos del proceso. La mayoría de los portapiezas están fabricados en metal.
Las piezas se deben identificar automáticamente y sin errores utilizando los portapiezas. Esta identificación debe ser posible en distintos puntos de la planta para llevar un control descentralizado de la secuencia del proceso. Todos los pasos de la producción deben estar coordinados entre sí. Al mismo tiempo, el objetivo es crear las condiciones para una trazabilidad total de cada paso individual. La tecnología del sensor debe ser resistente, compacta y adecuada para entornos metálicos.
El portapiezas lleva una etiqueta RFID en un lugar adecuado, por ejemplo, en la parte inferior. Los cabezales de lectura/escritura RFID se montan en las estaciones de proceso pertinentes, por ejemplo, entre los rodillos transportadores. Los componentes compactos se pueden instalar incluso en espacios reducidos. El sistema RFID garantiza la detección y asignación seguras del portapiezas. Puesto que la etiqueta RFID es grabable, su conjunto de datos se puede complementar en cada estación con información relativa a los pasos del proceso realizados. Esta información se puede utilizar para controlar los cambios de vía o para activar procesos de fabricación específicos. Las etiquetas también pueden almacenar datos de calidad. Se pueden conectar varios cabezales de lectura montados a intervalos cortos con una interfaz de control IDENTControl, que establece la conexión con el bus de campo o el panel de control de nivel superior.
Características técnicas:
Cabezal de lectura/escritura IQH1-FP-V1
Los códigos de barras y los códigos de Data Matrix se suelen utilizar para tareas de identificación, pero son susceptibles de ensuciarse y sufrir daños. Por el contrario, los sistemas RFID no requieren mantenimiento ni se desgastan. Las etiquetas, a diferencia de los códigos, también pueden registrar información del proceso. No es necesario mantener una conexión constante con la base de datos central, ya que se puede acceder a los datos descentralizados durante el funcionamiento. Al mismo tiempo, se excluyen los datos incorrectos. El historial de datos almacenados crea la base para una trazabilidad del 100 % de las piezas y los productos. Cuando se producen defectos en serie, las medidas necesarias se pueden aplicar de forma selectiva y específica. Las etiquetas son extremadamente resistentes y se pueden montar a ras. Los cabezales de lectura/escritura son igualmente resistentes y hacen que todo el sistema sea muy estable desde el punto de vista mecánico.