Método de detección y función

Se pueden utilizar varios principios de detección para distintas tareas de detección. El principio de detección más adecuado para la aplicación específica se determina en función de diversas consideraciones, como el material del objeto que se va a detectar, el entorno de aplicación y la distancia desde la que se va a detectar el objeto.

A diferencia de los sensores inductivos o capacitivos, los sensores de campo magnético reaccionan ante la presencia de un campo magnético. No importa si este campo se genera con un electroimán o un imán permanente. Gracias a esta particularidad, los sensores de campo magnético son especialmente resistentes a manipulaciones e interferencias. En comparación con los sensores de campo cercano mencionados anteriormente, los sensores de campo magnético ofrecen mayores distancias operativas con un diseño de carcasa pequeña.

Repaso rápido de características técnicas especiales de los sensores de campo magnético:

• Detección de componentes equipados con imanes
• Gran distancia operativa (según los imanes utilizados)
• distancia operativa variable: Al seleccionar e instalar el imán, se puede ajustar fácilmente la distancia operativa necesaria
• Protección contra manipulaciones e inmunidad: El sensor reacciona únicamente a los campos magnéticos
• Detección a través de paredes no magnéticas

Entre las aplicaciones típicas se incluyen:

• Control de puertas
• Detección de componentes
• Detección de componentes a través de paredes metálicas, no magnéticas

Las limitaciones de los sensores de campo magnético son:

• Los componentes que se van a detectar deben estar equipados con al menos un imán
• El rango de detección depende de la dirección de montaje del imán

Otros principios

En función de la aplicación, se pueden utilizar los siguientes principios de detección como alternativa:

• Sensores inductivos: para la detección sin contacto de objetos metálicos.
• Sensor capacitivo: para detectar objetos fabricados de plástico o papel, líquidos (aceitosos o acuosos), gránulos y polvos.

Los sensores de campo magnético no tienen contacto. Detectan objetos que generan un campo magnético.

Walter Pepperl y Wilfried Gehl desarrollaron y lanzaron al mercado el primer sensor de proximidad de calidad industrial en 1958. En aquel momento, el desarrollo fue impulsado por la empresa vecina BASF. BASF quería sustituir los contactos de conmutación mecánicos utilizados en ese momento para detectar mercancías con sensores sin contacto que no causaban chispas de conmutación. La intención era reducir considerablemente los peligros de explosión. Incluso el primer sensor de proximidad se diseñó con seguridad intrínseca de acuerdo con NAMUR.

Los sensores de proximidad de Pepperl+Fuchs fueron, y siguen siendo, fruto de los procesos de desarrollado, fabricación y comercialización sujetos a la norma correspondiente IEC/EN 60947 "Aparamenta de baja tensión. Parte 5-2: Aparatos y elementos de conmutación para circuitos de mando. Detectores de proximidad".

A los sensores relacionados con la seguridad de Pepperl+Fuchs, también se aplica la norma pertinente "Aparamenta de baja tensión. Parte 5-3: Aparatos y elementos de conmutación para circuitos de mando. Requisitos para dispositivos de detección de proximidad con comportamiento definido en condiciones de defecto (PDDB)".