Por lo general, la información de una pieza o un componente se incluye en algún tipo de etiqueta o botón adicional a la pieza. El marcado directo de piezas representa un enfoque diferente. Como su propio nombre indica, las piezas se marcan directamente en los procesos de fabricación y producción, y almacenan información importante del producto directamente en la propia pieza.
La idea del enfoque DPM es crear una conexión permanente entre la pieza y su información. Esta conexión permanece intacta con el paso del tiempo y ha demostrado ser muy resistente a influencias externas o al desgaste.
El marcado directo de piezas se usa en una amplia variedad de industrias, como en la automoción, ingeniería mecánica o en la electrónica; hay un amplio abanico de utilidades del marcado directo de piezas.
Un uso común en el marcado de una pieza de un coche para realizar su posterior seguimiento y trazabilidad. El fabricante del coche tiene así la ventaja de conocer la trazabilidad de las piezas para saber cuándo y dónde se fabricaron unidades defectuosas.
Básicamente, todos los materiales excepto el papel se pueden usar en el marcado directo de piezas. Los materiales más comunes son plástico y sintéticos, metales y vidrio.
Hay diferentes formas de adjuntar la información a una pieza de producción. El marcado directo de piezas a menudo usa códigos DataMatrix. Estos códigos almacenan la información de un modo compacto que no requiere mucho espacio. Además, son más fiables que los códigos de barra convencionales.
Estos son tres de los métodos más comunes para aplicar códigos DataMatrix en las piezas de producción:
En función de la aplicación individual, la forma más cómoda de leer la información de un producto con marcado directo es mediante un lector fijo o portátil de códigos 2D. En la mayoría de los casos, un lector flexible portátil es la mejor solución. Todos los métodos de marcado directo requieren un dispositivo de lectura con iluminación para detectar los códigos de un modo fiable, junto con funciones de descodificación especiales para leer la información y transferirla al sistema de software correspondiente.
Las superficies varían mucho y a menudo son muy reflexivas, lo que supone todo un reto para los lectores de códigos 2D. Nuestro Lector portátil de códigos 2D OHV1000* facilita al máximo el trabajo con los códigos de marcado directo. Se adapta automáticamente a las diferentes simbologías de códigos y diferentes superficies para leer y transferir la información con la máxima fiabilidad.