La temperatura de la superficie del sol es de unos 5800 °C. A la tierra apenas llega una fracción de ella, pero todavía es suficiente para convertir esta energía térmica en energía eléctrica. Los colectores de espejos de las centrales de energía térmica solar concentran el calor solar y lo reflejan para trasladarlo a un absorbedor. Las temperaturas extremadamente altas resultantes impulsan los aerogeneradores mediante generadores. De esta manera, se genera electricidad ecológica a partir del calor del sol.
Ya sea en centrales de concentradores solares, en sistemas Fresnel o en torres de energía solar, se necesita una tecnología de sensores potente para alinear los espejos con respecto a la posición del sol y verificar un aprovechamiento eficiente del calor solar. Para ello, se utilizan encoders y sensores de inclinación de Pepperl+Fuchs. Con frecuencia, también suelen encontrarse sensores inductivos para información sobre posición final en las centrales de energía térmica solar.
Puesto que estas centrales eléctricas utilizan el calor del sol, están especialmente indicadas para desiertos y entornos desérticos en los que la radiación solar es abundante. Estas zonas se caracterizan por diferencias extremas de temperatura entre el día y la noche, así como por tormentas de arena y depósitos de otro tipo de sustancias en el aire. Para estas exigentes condiciones ambientales, Pepperl+Fuchs ofrece sensores con alta resistencia a la temperatura y la estanquidad que no se desgastan.
Los sistemas de Fresnel constan de una gran cantidad de espejos, también llamados helióstatos, que reflejan el calor del sol sobre un absorbente. Dentro del absorbente hay un elemento de transferencia térmica, que se calienta por acción de la radiación solar y acciona una turbina de vapor o gas para generar electricidad. Para evitar pérdidas debido a errores de alineación, los sensores de inclinación detectan la orientación horizontal de los helióstatos. Gracias a su robusta carcasa y a su amplio rango de temperaturas, el sensor de inclinación F99 de Pepperl+Fuchs es idóneo para esta aplicación. El sensor no solo soporta temperaturas extremas, sino que también impresiona con una medición de alta precisión para que los espejos puedan alinearse con el sol de forma óptima.
En las torres de energía solar, un gran número de espejos móviles reflejan la luz del sol sobre un campo específico situado en una torre solar. Es necesario realizar un seguimiento en horizontal y vertical para que los espejos puedan seguir la posición del sol. Para el seguimiento horizontal, se utiliza el encoder incremental magnético MNI40, sin piezas de desgaste mecánicas y apto para entornos con condiciones extremas. Ocurre lo mismo con el sensor de inclinación F99, que se encarga de la alineación vertical de los heliostatos. Para este tipo de aplicaciones no es únicamente esencial la resistencia total a las inclemencias meteorológicas, sino también la alta precisión de la tecnología de los sensores de Pepperl+Fuchs: los espejos deben calibrarse con la máxima precisión para que las temperaturas de la torre solar no sean demasiado elevadas.